Todo está fusionado
por Ragui Vega Curry
Joan Torres es hijo de esta época, en la que las barreras van cayendo, la Internet borra los límites geográficos
y la amalgama es la nota predominante. Por eso, a la hora de grabar su primer álbum como líder, el nombre de su
banda surgió como la opción natural: All is Fused. Todo está fusionado.
Cuenta que hacía años quería grabar su propio disco, pero “siempre surgía la interrogante, ¿en qué género? Siendo
bajista y compartiendo con tantas vertientes de la música, se me hacía difícil decir que mi disco sería de solamente
una de esas vertientes”.
Terminó por aceptar que el término “fusión” sería el que definiría su música. No la “fusión” usada peyorativamente
para referirse a parte de la música producida a principios de los años 70, sino la fusión liberadora, la que derrumba
categorías y conjuga posibilidades.
Los músicos y el estudio no tendrían que ser exclusivamente de jazz, cuenta Torres, ni los instrumentos exclusivamente
acústicos.
Y así nació “Before”, el primer álbum de este músico que nació en la República Dominicana hace 24 años pero que
vive aquí desde que tenía un año de edad. Un álbum en el que participan varios de los principales talentos jóvenes
del país -como el saxofonista Jonathan Suazo y el guitarrista Gabriel Vicéns- y que fue elogiado como una de las
mejores producciones locales de jazz en el 2012.
“Yo quería que todos los que formamos parte en este álbum tuviésemos la oportunidad de brillar”, dice Torres.
“La realidad es que yo pienso como músico primero y como bajista después. La música que escribo, la escribo
pensando en un todo, en un conjunto y cómo sonaría”.
“De igual manera, el trabajo que pasaron los músicos en mi grupo en asimilar e interpretar mi música es muy
valioso para mí”, agrega.
Fiel a su concepto, la música de “Before” toma prestado de varias tradiciones jazzísticas, tanto acústicas
como eléctricas, para crear una síntesis vital, fresca, inclasificable. Entre los temas más destacados,
“Enlightenment” contiene potentes improvisaciones de Suazo y Vicéns, quien también se luce en “Tragic End”.
¿Quiénes te inspiraron a tocar el bajo?
El bajo fue un instrumento que casi llegó a mí más que yo a él. Yo quería tocar el bajo o la guitarra
eléctrica y no sabía muy bien diferenciarlos. Le pregunté a mi papá cuál era la diferencia y para simplificarme
la explicación dijo un comentario como, “bueno, con un bajo no se puede tener una fiesta, pero con una
guitarra quizá sí”. No sé en qué momento fue, pero después de eso decidí que el instrumento que quería tocar
era el bajo. Quizá fue un poco de rebeldía latente o que no quería un instrumento de fiestas, quería algo para “rockear”.
¿Cómo fue tu primer contacto con el jazz?
Fue en octavo grado, cuando un compañero de clases, que en aquel momento estudiaba con Sammy Morales,
me mencionó el nombre Jaco Pastorius, indicando que “a Sammy le gusta mucho Jaco Pastorius”. Luego de ese comentario,
cuando llegué a mi casa, me conecté al Internet y ciegamente compré el único disco que tenían disponible de Jaco
Pastorius en la página de BMG Music Service, donde yo era miembro. Cuando ese disco llegó, rápidamente lo puse y
lo primero que escuché fue “Donna Lee”, bajo y percusión como no lo había escuchado antes... y mis oídos no pedían
lo mismo después de eso.
Mis próximos estudios en el jazz fueron gracias al maestro Joel Marrero, que fue el primero en indicarme que
Charlie Parker escribió “Donna Lee”. Eso me hizo buscar más atrás, a los grandes maestros del jazz que probablemente
habían sido estudiados por Jaco y gente de su generación. Además, a raíz de eso, empecé a diferenciar entre el intérprete
y el compositor.
Torres dice tener muchas personas a las que agradecer, tanto a las que lo formaron como músico -entre ellas sus
profesores Matthew Garrison, hijo del legendario Jimmy Garrison, y Tony Batista- como a las que contribuyeron a
que su álbum de debut sea un producto profesionalmente logrado. Entre estos últimos menciona al personal de Playbach
Studio -Ramón Martínez, Carlos Velázquez y David Rodríguez- así como a Ariana Loren y Víctor Santana, quienes se
encargaron de la fotografía y el diseño de arte del CD, respectivamente.
“Mi camino ha sido uno complicado, pero creo que ha sido necesario para poder apartarme de la parte estrictamente
académica y recordar de dónde viene mi pasión por la música, para poder serle fiel”, reflexiona.
Y después de “Before”, ¿podemos esperar un “After”?
“Hay algo más allá, voy a dejar su significado abierto, pero espero que el tiempo ayude a contestar esa pregunta”.
Source: El Nuevo Día
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